EL FÚTBOL ES ASÍ

Uno que escribe bajo presión de una jefa que sólo me quiere por mi talento y porque le salgo más barato que el sastre de Tarzán, se siente muy cabreado porque desde que empezó esto, ni una palabra de agradecimiento, ni un piropo (qué menos) y lo peor de todo, llamándome constantemente para preguntar por mi próxima entrada.  Pues se va a enterar...

Voy a preparar una entrada que hable sobre el ciclo ginecológico y la menstruación de la abeja reina. Y lo mejor de todo es que lo voy a publicar sin que pueda revisar nada previamente. Puede que me cueste mi puesto de trabajo, pero para lo que cobro...

Bromas aparte y dado que a ustedes, todas mujeres 11 (7+4) siempre les estoy buscando las cosquillas (que más quisiera yo porque no ligo ni pagando), voy a hablarles de cosas más serias, cosas que tenemos muy cerca y que me desgarra el corazón mirar hacia otro lado y no tenerlas en cuenta: Los domingos sin liga. Esta mañana acudí a mi médico para hablarle de mi situación laboral, para ver si me podía dar de baja por depresión, y casi lo consigo, pero se empezaron a escuchar gritos de tres mujeres histéricas en la sala de espera del centro médico. Mi doctor, fiel admirador de las viejas costumbres, me pidió que me colocará una bata y le ayudara a atender a a esas féminas poseídas por no se qué demonios y a mí me gustó su proposición.  Al lío le dije... 

La primera en pasar se llamaba "Pepa". Sus alaridos e improperios se escuchaban como si llevara un megáfono en mano. El doctor la invitó a sentarse y le pidió que explicara sus males: Esta buena señora indicaba que llevaba desde que acabó la liga, todas las tardes de domingo sin descansar. Su marido se había vuelto hiperactivo y la tenía haciendo rutas todos los domingos. Además, cuando volvían siempre le pedía sexo y ella no estaba por la labor de romper las viejas tradiciones de uno al mes, siempre y cuando perdiera el Atlético (y como ustedes ya saben últimamente poco...) Al médico le solicitó algo para que su marido estuviera mas relajado y la dejara vivir en paz.  

"Dominga" se llamaba la segunda (y hacia honor a su nombre porque vaya pedazo de... ) Nada más entrar sugerí una auscultación torácica, a lo que el doctor asintió por mi acertado parecer. Mientras comprobaba sus latidos sin quitar mis ojos de ese par de...  Dominga nos decía que desde que no hay fútbol los domingos, se siente prisionera en su casa. Que su marido, socio del Madrid, no se mueve del salón, que el mando a distancia esta pegado a su mano y que ella antes, cuando él estaba en el fútbol, quedaba con las amigas (y creo que con algún amigo por cómo suspiraba). Así que pidió algo para que su marido recupere ese espíritu que tiene cada vez que se va al fútbol pero que desaparece cuando llega a casa...

Por ultimo entró una mujer de unos 75 años. No voy a describirla por respeto a la que podría ser mi madre, pero fue directa al grano. Su marido todos los domingos después del partido del plus le daba canela en rama... Y ella no puede vivir sin ello, así que el marido ahora está apenado, sin ganas de nada... Necesita fútbol.  El doctor le recomienda que le ponga grabaciones, pero ella contesta que el marido no se conforma con ver algo así; tiene que ser el partido del plus.  Esta señora le pidió viagra directamente a ver si así, cuando se vea con una erección, la busca y le da esa canela que la pobre mujer anhela.  El doctor, la miró con cara de asombro, se levantó y cogió de la vitrina unas muestras de oro azul y se las dio a la señora. 

Terminadas las consultas, me quité la bata y el doctor me dijo: "¿Qué tal tu experiencia como médico?"

Le contesté: "No entiendo a las mujeres"  pero una cosa sí tengo clara, que a "Dominga" le he pedido el teléfono y que estoy deseando que empiece la liga para auscultarla nuevamente.